En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
miércoles, 27 de diciembre de 2006
Sería estupendo, indescriptiblemente satisfactorio, saber pintar personas y cosas como en realidad las vemos, despojadas del angustioso ropaje de sus sufrimientos, pura esencia de su afán de vivir, comunicarse, participar.
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