viernes, 2 de mayo de 2008

Podrías haber sido
una criatura marina,
ojos de sal y espuma,
y haberme enamorado. Seguiría,
cada noche de luna,
absorto, aquí, en la orilla
de la mar. Podrías haber sido
fantasía
de la montaña prieta, que la nieve adorna con su cofia
blanca,
fría.
Podrías haber sido recuerdo, invención.
Podrías ni haber sido.
Y seguiría, como estoy, queriéndote,
loco
de amor,
porque tú no me escuchas.
Dime
¿cómo podría
lograr que pongas en mis manos tendidas,
una palabra,
el sonido
de tu voz,
una sonrisa?

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