Broté de mi madre
-la madre es como la tierra-,
como un río
y estaba todo en el cauce o la ribera.
Fui
recogiendo reflejos, lastimando
el alma de agua viva
con cada piedra del camino, moldeándome,
donde hace curvas la corriente,
pozos,
umbrías y remansos, la cascada
que vienen a ver y retratar los turistas.
Después me hice hombre,
desemboco
ahora en la mar
-la mar es como una madre, que espera
con los brazos abiertos-. -
No hay comentarios:
Publicar un comentario