domingo, 2 de noviembre de 2008

Día de difuntos;
doña Inés del alma mía …
Doblan
las viejas
campanas
del lugar, haciendo largas pausas
para dar tiempo a don Juan
a engatusar a la novicia,
precisamente hoy,
día de difuntos,
que pasan, arrastrando sus larguísimas sombras
en el ocaso del tiempo
que tuvieron
para amar loca, apasionadamente,
como don Juan Tenorio,
y salvarse apenas
en la última fracción de segundo de la última hora,
suéltanos,
piedra fingida,
que aún queda el último grano,
la gota más pequeña,
sólo un suspiro,
un quejido,
en el reloj, la clepsidra,
de mi vida

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