Ese momento
sobrecogedor
en que mancillo una ilusión al lograrla,
el vacío
que se produce en mi consciente íntimo
cuando llegan el matrimonio,
la licenciatura
o más sencillamente, el día
de Reyes, que eras niño y deseabas
de modo tan desesperado esto que ahora tienes
ablandándose
como los relojes oníricos
de Dalí.
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