En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
viernes, 12 de marzo de 2010
Hoy ha muerto Miguel Delibes y todas las palabras del castellano se han puesto de luto y se han echado a llorar.
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