viernes, 22 de abril de 2011

He de ir soñando,
dolorido y solo,
para vivir de veras esta vida incomprensible,
hecha de esperanza ilusión,
fuerza aparente
y, de pronto, fracaso. ¿Por qué?
¿qué explicación tiene el dolor
que tan pronto me aflige
como se transforma en olvido, parece
no haber existido nunca,
lo envuelve el tiempo, que no existe y sin embargo
es
la medida de todo cuanto ocurre:
redactor del futuro,
memoria y desmemoria, hueco
por donde la vida misma, este energía,
se escapa en mi reloj de arena, mi centro
llevándoseme todo cuanto amo?

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