En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
martes, 12 de abril de 2011
Se hace poesía, dijo Berceo, “a sílabas contadas, que es gran maestría”. El ritmo y la rima fueron durante muchos años características esenciales de la poesía. Hasta que llegó el anárquico verso libre, cuya musicalidad es aún indispensable, por más que la rima sea sólo asonante si acaso y ocasional. Y es que cabe la posibilidad de que lo esencial de la poesía sea su condición de concentrado estético, esencia de la frase, o de la palabra, en que coinciden la expresividad y la belleza como por milagro.
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