En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
viernes, 5 de septiembre de 2008
Es probable que no haya tiempo, que no me pertenezca ya éste, que transito en silencio, que toda las palabras que me ahogan ya debieron ser dichas para que las pudiesen escuchar esas otras personas que no son ya más que apenas recuerdos.
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