viernes, 9 de octubre de 2009

¿Qué es el tiempo,
qué la vida,
qué es todo,
qué es nada?

De repente, has subido a lo más alto de cualquier montaña
y no sabes si eso ha servido a alguien
para comer mañana,
ni si quedará ahora mismo alguien abajo,
donde la distancia sideral oculta los cadáveres de las estrellas
que siguen
en el cielo,
pero ya no están. No me pidas que te lo explique,
cuando nada tiene
una explicación realmente fiable,
nada es como fue o como será, de modo que en el fondo
nada es nada
más que un planeta vacío en que hierven,
tal vez porque algo, ahora mismo, esté naciendo,
nuestros disparatados pensamientos,
giróscopos polícromos
que han de mezclarse para que la vida siga
o para que acabe
de nacer,
y sin embargo,
somos,
de una manera inexorable
y estremecedora.

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