Los niños
de diciembre
son niños de frío y canela,
nacen y los arrebujan
en los trapos antiguos
del bautizo
de la abuela.
Los niños
de diciembre
son niños de agua y granizo.
Lloran como gime el viento,
sonríen flores de nieve.
Los niños,
de diciembre,
salvo este Niño,
que nadie sabe
de dónde vino.
Nos hemos puesto a cantar
y nos sale un villancico,
que es diciembre,
que está helada
el agua viva del río.
Vamos, el perro y yo, muy de mañana,
a comprar noticias. Mira, hay hielo en los charcos,
la luna
mengua o crece, no sé, en el agua quieta,
sorprendida.
Revuelo de pájaros
y pajarracos,
las gaviotas abajo,
alborotadas.
Arriba, haciendo volutas,
infinitos
estorninos.
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