lunes, 10 de enero de 2011

Si no podíamos ser Colegio Mayor, podríamos ser Residencia de Estudiantes. Nosotros nos limitábamos a ser los estudiantes, pero supongo que alguien habrá establecido de modo deliberado la semejanza en aquella época en que la Residencia permanecía, que yo sepa, cerrada desde la guerra todavía reciente.

La Universidad y sus Colegios Mayores, sus Residencias de Estudiantes y hasta sus Casas de la Troya, son un vivero, constituyen un seminario de universalidad humanista.

Fracasan, es cierto, casi siempre o por lo menos en muchos, la mayoría tal vez, de los casos, pero hay un escaso número de personas en que se cumple el fin de esa Universidad tan proclive al fracaso, en ocasiones por incapacidad docente, en otras por incapacidad discente.

La Universidad, con sus instituciones complementarias y suplementarias, un todo, funciona y de allí brota, esencial para cada generación, el grupo humano que caracterizará cada época.

Es indispensable el ámbito universitario, que está compuesto por las aulas, los pasillos, los campos de deportes, los patios, las cafeterías y los bares, las salas de estudio, las capillas, los lugares de reunión, las conferencias, las presencias, las ausencias y muchos laboratorios, muchas bibliotecas.

Cada Universidad que merezca ese nombre va a destilar los de unos pocos, muy pocos en proporción a los que un día llegamos sin que nadie nos haya previamente advertido de dónde acabamos de llegar, que se van a poner al frente de la caravana generacional, y hasta, algunos, van a dejar escrito su nombre durante más o menos tiempo, tal vez para siempre, en una página de la historia de la humanidad sobre la tierra.

Sugiero que sería importante pasar con frecuencia por las aulas de los últimos cursos de los colegios e institutos de enseñanza media explicando en qué consiste la superior y por qué están algunos llamados a dejar de estudiar el pasado para enfrentarse, unos, con el presente y sus problemas universales, otros con el futuro, en ambos casos con toda la capacidad humana de curiosidad abierta a la duda, la posibilidad y la necesidad de ir estableciendo las certezas provisionales de la historia, el camino, la vida.

No hay comentarios: