Va y viene la música que el buen padre Dios toca con su
naturaleza a la vista del verano, mediada como va la primavera chiflada de
calores inesperados y fríos repentinos.
Nadie imagina el avatar de las noticias que a los largo del
día nos irán contando de las escaseces que vienen. Hace falta dinero y dentro
de nada habremos descubierto que otro agujero se ha abierto a nuestros pies y
otro truchimán había inventado el modo de sacarse una pasta de otro modo al
borde del rigor moral con que no falta quien se apunte sin cuenta de que es
peligrosísimo tirar la primera piedra en mundos como éste, aventurado hasta
hace poco en probaturas de toda clase de picardías.
En tiempos de bonanza y abundancia, las picardías resultan
tolerables y hasta en cierto modo simpáticas. Lo malo es el regreso a la
realidad y empezar la cacería del chivo expiatorio, huidizo y cauteloso, que
para eso había aprendido con sus picardías hasta cierto punto ingenuas y
acometidas sin propósito consciente de transgredir regla alguna.
Si yo fuese alguien para hacerlo, aconsejaría no perder el
tiempo buscando culpables de lo que ya no tiene más remedio ni utilidad que
aprender y corregirse, cada cual al hilo de su propia conciencia y a partir de
la convicción personal de que todos hayamos sido responsables, en mayor o menor
medida, por culpa activa o pasiva o por tolerancia, de que las cosas hayan sido
como fueron. Lo importante, en este momento, es empezar a construir sobre los
cimientos del propósito de enmendar nuestra conducta personal, y, como
resultado conjunto, el de la sociedad de que formamos parte.
Por ejemplo en Asturias, que tan directa y cercanamente nos
concierne, ¿de qué sirve que tratemos de ajustarnos las cuentas mientras el
entramado sociopolítico y el socioeconómico se desmoronan? ¿No valdría más que
estuviésemos imaginando el modo y la manera de reconstruirnos para
reestructurarnos después, reorganizarnos y reemprender la convivencia en nuestras
eternas discusiones, pero compitiendo juntos con esos que ahí fuera ya están
puestos a ello?
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