sábado, 12 de mayo de 2012


Va y viene la música que el buen padre Dios toca con su naturaleza a la vista del verano, mediada como va la primavera chiflada de calores inesperados y fríos repentinos.

Nadie imagina el avatar de las noticias que a los largo del día nos irán contando de las escaseces que vienen. Hace falta dinero y dentro de nada habremos descubierto que otro agujero se ha abierto a nuestros pies y otro truchimán había inventado el modo de sacarse una pasta de otro modo al borde del rigor moral con que no falta quien se apunte sin cuenta de que es peligrosísimo tirar la primera piedra en mundos como éste, aventurado hasta hace poco en probaturas de toda clase de picardías.

En tiempos de bonanza y abundancia, las picardías resultan tolerables y hasta en cierto modo simpáticas. Lo malo es el regreso a la realidad y empezar la cacería del chivo expiatorio, huidizo y cauteloso, que para eso había aprendido con sus picardías hasta cierto punto ingenuas y acometidas sin propósito consciente de transgredir regla alguna.

Si yo fuese alguien para hacerlo, aconsejaría no perder el tiempo buscando culpables de lo que ya no tiene más remedio ni utilidad que aprender y corregirse, cada cual al hilo de su propia conciencia y a partir de la convicción personal de que todos hayamos sido responsables, en mayor o menor medida, por culpa activa o pasiva o por tolerancia, de que las cosas hayan sido como fueron. Lo importante, en este momento, es empezar a construir sobre los cimientos del propósito de enmendar nuestra conducta personal, y, como resultado conjunto, el de la sociedad de que formamos parte.

Por ejemplo en Asturias, que tan directa y cercanamente nos concierne, ¿de qué sirve que tratemos de ajustarnos las cuentas mientras el entramado sociopolítico y el socioeconómico se desmoronan? ¿No valdría más que estuviésemos imaginando el modo y la manera de reconstruirnos para reestructurarnos después, reorganizarnos y reemprender la convivencia en nuestras eternas discusiones, pero compitiendo juntos con esos que ahí fuera ya están puestos a ello?   

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