Hazme una bajada para allegarme al agua viva,
dime
lo que he de decirle al agua
para que se detenga,
la coja
con mis dos manos, el cuenco
hecho con mis dos manos, y la beba,
el agua viva,
hasta que recuerde
lo que pasó aquel día
que no hubo nunca en el tiempo,
el que soñamos, yo lo soñé,
juntos,
pero al despertar no estabas,
no habías existido,
era todo imposible, y sin embargo,
tal vez para siempre,
lo habíamos perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario