En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Ocurre a veces. No me digas que a ti nunca. Has leído las sinopsis de varios libros y te gustaría leerlos todos a la vez. Cada uno por una razón, clara, sabiamente dosificada y exprimida, no es un galicismo por “expresada”, sino que dice lo que pretendo, que se ha destilado la esencia de lo que podría ser, aunque nunca es seguro, cada libro. Y no es posible decidirse por uno, postergando la lectura del otro y, en mi caso al menos, según las horas del día y su aspecto, el estado del tiempo y el de humor de quienes me rodean, determinan una lectura conjunta, alternativa, caótica, por medio de la que acabo por escoger y voy acabando o no las páginas de cada uno o tiro a la papelera ése decepcionante que siempre resulta de la habilidosa propaganda que me pregunto si no costará a algún crítico o a alguno de os publicistas, enfrentarse con su conciencia, tras de la lectura, el resumen, la valoración, ese zumo tentador …
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