Dos principios ineluctables:
1.- El de libertad es un concepto delimitado por su condición esencial de coexistencia con otras libertades, de tal modo que linda por todas las puntas de la rosa de los vientos con las libertades de los demás que rodean a cada individuo libre como tal, pero además inserto en la libertad colectiva de su grupo humano.
2.- Es indispensable que cualquier manifestación cultural, cualquier comportamiento humano, que, como tal, tiene siempre trascendencia social se produzca a partir del principio de que no puede imponerse, exigirse o pretender para ningún otro lo que para nosotros mismos nos impongamos, exijamos o pretendamos.
Tan malo es para la sociedad, y, como consecuencia más o menos inmediata, para cada uno de sus componentes individuales, que un poderoso distorsione, en ejercicio caprichoso de su poder, las leyes económicas o sociales, como que cualquier rebelde trate de distorsionar los comportamientos de otra persona o de cualquier colectivo, en ejercicio caprichoso y violento de su rebeldía.
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