-Te voy a contar –me dijo-
una historia.
-Espero que sea una hermosa historia.
-Todas lo son –me respondió riéndose- En todas
hay un hombre y una mujer, por lo menos,
que se quieren y desquieren,
se odian y se olvidan. Pero imagínate
que este hombre y esta mujer de mi historia,
tuviesen una segunda oportunidad de conocerse,
quererse y desquererse,
etcétera.
-Sabes que volvería todo a ser igual.
-Claro.
-¿Entonces?
-Porque volvería a ser, una y otra vez, una hermosa historia
y volvería a emocionarte, sonreirías,
tal vez llorases …
-¿Y?
-No acabarás de entender que en eso
puede también consistir
el privilegio de la vida
y fuera, alrededor,
la inmensidad del universo seguirá estando equilibrada
y nadie sabrá cómo ni por qué,
tal vez un juego,
un enigma,
o Alguien que cuenta, incansable,
una historia de amor.
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