viernes, 8 de febrero de 2008

Ayer en dos librerías, hoy en el quiosco de los periódicos, me sorprende la impresión de que estamos habitando una civilización decadente. Lo pone de manifiesto la abundancia de publicaciones que nuestro grupo social no pude asimilar. Está en mi opinión claro que es imposible que se venda y que se compre todo lo que se publica de libros y de revistas, que se desparraman incluso por el suelo de los establecimientos y hasta se salen al exterior y en ocasiones se amontonan en las aceras. Lo digo porque da la impresión de que nos esforzamos en dejar cumplida memoria de nuestra garrulería y del comportamiento de nuestros ejemplares más exhibicionistas. Esos que últimamente venden y hay quien les compre la noticia de cuantos hechos, que no en mi opinión acontecimientos, les conciernen o de algún modo siquiera sea periférico atañen. Les llaman exclusivas y llenan páginas y espacios a todo color, matizado y sublimado por comentarios disparatados de banalidades sin la menor trascendencia, como no sea para sus protagonistas inmediatos. Se hacen novios,, se casan, tienen hijos, se separan o se divorcian y al parecer cada uno de estos hechos, sin duda importantes para ellos, interesa a una incontable cantidad de gente, que me recuerda y justifica a las viejas correveidiles de los pueblos sin radio, televisión ni prensa, que ya en su tiempo disfrutaban con el chisme propalado de boca en boca, que incluso podía llegar a encerrar a sus víctimas en sendos capullos de que por fortuna aún cabía la probabilidad, es decir, más que la mera posibilidad, de que naciesen mariposas de vivos colores.

1 comentario:

A N A D O U N I dijo...

Hola Bosco,

entré en el libro de visitas de mi weblog y me encontré un mensaje larguísimo. Seguí desde allí a una web rarísima y quería que le echaras un vistazo a ver que te parece.

www.lagrancorrupcion.com

Quiero saber tú opinión porque te considero una autoridad en cualquier cosa, como mi padre. Ambos tenéis ya muy formada la idea de lo que es la vida. Pero él no sabe casi de qué va esto de Internet. Y también ocurre que a él lo tengo más lejos ;)

Habla de corrupción en Barcelona, de mil tropelías, de que Maragall no tiene alzheimer...

En fin, no sé si se trata de un loco. No parece de alguien muy equilibrado la verdad, pero en cualquier caso es sorprendente.

Un abrazo fuerte.