En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
sábado, 2 de febrero de 2008
Viene el carnaval, por eso me quito ese ropaje, la careta, el pelucón, la sonrisa, y aparezco tal cual soy, ya nadie me conoce, por mí ya puede empezar el carnaval.
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