lunes, 19 de septiembre de 2011

El que muere joven
no envejece jamás en el recuerdo de nadie, es ya
eternamente joven.

El que muere joven conserva intactos
los sueños de juventud.

El que muere
joven,
es como una primavera sin verano, nunca
llegará a oler
a sudor ni a flor.

El que muere joven no muere en realidad,
se evapora
como el rocío. Dicen
que muere
porque es un preferido por los dioses, que quieren
tenerlo cerca pronto,
antes de pierda la esencial inocencia
de su hermosa
juventud.

Todo un ejército de jóvenes amedrentados
asiste
al entierro.
¿Cómo es posible …?
¡Si era joven aún!

Todo un ejército de jóvenes mira con atención
cómo entierran,
encierran en la tierra, al joven muerto.

No es posible –dicen- ayer estaba ahí,
no es posible –añade una
joven
muy bella- ¡yo lo amaba!

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