En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Razonable, lógico … ¿cómo es, entonces, que no lo entiende nadie?
Vivir es convivir. No hay otro modo, y convivir solidarizarnos con todos y cada uno de los otros, vosotros que vais conmigo; vosotros con que voy.
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