domingo, 5 de septiembre de 2010

La mar susurra,
es el río
el que suele cantar. La mar prefiere,
cuando tranquila,
decir apenas
los secretos
que guardan las sirenas.

Unicas que saben la verdadera historia
de Ulises,
las sirenas son discretas,
tímidas,
tienen, sin embargo, los corazones de cristal
de roca.

Las sirenas, además de transparentes
-por eso no se ven, las intuyen
nada más
los adolescentes nacidos a la orilla de la mar-
son
un poco mentirosas. La historia
que contaron al viejo Homero era mentira, por ejemplo.

Una mentira –suelen decir- es más bella
que su verdad
alternativa.

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