En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
domingo, 26 de septiembre de 2010
¿Recuerdas haber sido antes de ser?
¿De dónde vienes, entonces?
¿Dónde estabas cuando los hombres inventaron el tiempo y el dinero?
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