En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
viernes, 7 de diciembre de 2007
Te he comprado flores porque no sé qué decirte, ni cómo, lo que te quiero.
Cuando se te marchiten, escucha su último olor, ése que es como un grito que da la flor.
No sé decir de otro modo lo que te quiero. mi amor.
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