domingo, 16 de diciembre de 2007

Todo cuanto tuvimos fue un paseo
de una tarde de otoño
a través de la vieja ciudad, a primera hora de la tarde,
terrazas en los cafés,
siestas más allá de las ventanas.

Todo lo que tuvimos:
un paseo, y tal vez
un hermoso sueño, si he de decirte la verdad
ya no me acuerdo casi
más que de tu perfil y de tu nombre,
de tu sonrisa y tus manos.

Durante muchos años, muchas veces,
recorrimos,
ahora mismo, hay días
que travesamos la vieja ciudad,
a la misma hora,
el mismo día,
como éramos entonces.

Es todo lo que tuvimos,
pero también lo que nos queda
todavía.

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