domingo, 22 de abril de 2007

Las toses de abril, resaca de una gripe que cuando te vacunas o no, no sabes si te da por haberte o por no haberte vacunado, pero ella, inexorable, te sacude, con frecuencia en abril, las migajas del invierno y te las mete, bronquio abajo, como si sembrase otra gripe, esta maldición benigna, dicen, hasta que deja de serlo y te mata, como decía César González Ruano, cuando le decían que no estaba tan mal como estaba y el contestó que entonces estaba peor, ya que se iba a morir de nervios como el imbécil que desde luego no era.

Elecciones en Francia, de donde antes venían unos vientos que ahora no se sabe de dónde pueden venir, porque hasta en política, el cambio climático ha ocasionado tales desbarajustes que acabo de séller que alguien opina que derecha e izquierda tienden a confundirse en Francia, país de ideas claras, mujeres turbadoras, novelas y películas policíacas insoportables, ese milagro, imposible de copiar, del champán y París.

En mi infancia, los niños podían venir en el hatillo que sostienen en el pico para la ocasión las cigüeñas o en el claustro maternal, pero la procedencia primera, originaria, siempre había sido París. ¿De dónde vienen los niños? –nos preguntaban. ¿De dónde va a ser?, ¡de París! De Perís venían los niños de todos los sexos y París sintetizaba, aclaraba y publicaba lo más intrincado de la cultura producida por la filosofía de Occidente, viniera de donde viniese.

Elecciones en Francia, que el que mejor parecía encarnar el viejo espíritu era el General aquel de Colombey les deux Eglises, pero tampoco, que un país, como cada persona, es inabarcable en un perfil personal y es probable que al conjunto de los candidatos sea a lo que más se parece Francia, y aún les faltaría la Torre y la corte artística de alrededor del Sagrado Corazón, con el indispensable acordeón fingiendo el París que los turistas traen preconcebido, tocando las feuilles mortes o algo de Edith Piaf. A los del PP les encantaría un revolcón del socialismo de Zapatero, y a los del PSOE un revolcón de la política de Rajoy. Es decir, que durante esta jornada se juega en el Parque de los Príncipes un partido anticipado a las primarias locales de lo que serán las nacionales del año que viene.

A ver si esta gripe y la del año que viene permiten que el asunto nos siga concerniendo e interesando.

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