martes, 21 de agosto de 2007

Hay una avanzadilla del otoño
diciendo en mi ventana un mensaje
hecho de lluvia y de caricias
del anuncio del viento.

Huele a lluvia,
me escalofría el viento,
cada año, desgastan la memoria
que se va quedando
como el viejo crucero, en un muñón
de granito abultado.

El otoño es la vejez de las personas y de las cosas,
el umbral
de la nieve que viene,
embozada de silencios.

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