Regreso a cualquier día de aquel año,
íbamos
tal vez, como siempre entonces,
a ninguna parte. Nos cruzamos,
tu sonrisa,
mi sorpresa,
tú,
yo
y la ráfaga de aire que nos envolvió a la vez,
como el deseo irrefrenable
de besarte, que al notar
provocó un escorzo,
tu sonrisa de complicidad.
De acuerdo, no fue más que un sueño,
pero ¿te das cuenta
de que ha pasado medio siglo y aún
lo recuerdo?
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