viernes, 13 de julio de 2007

Cada vez que te vas
yo te espero, cuanto más lejos, mejor
siento que ya estás volviendo,
te presiento en el temor
de que no quieras, no puedas
volver.

Cada vez que te vas,
dejas en la arena
de mi corazón,
la huella de tu pisada,
y yo le pido a la mar
que la borre,
que no puedo soportar
este temor, que desecho,
vuelve como un moscardón,
duele
en la huella,
la arena
del corazón.

Cada vez que miro,
te busco alrededor
y no estás,
muero.

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