¿No has visto nunca una palabra sola,
volando,
perdida en el aire, ya sin destinatario?
Es como un pájaro
que vuelve al nido y alguien lo ha robado.
Como la mar,
que desde el principio del mundo le lleva diciendo
a la playa nadie sabe qué
y que se sepa nadie le contesta.
Tal vez por eso, es a veces,
por lo que la mar,
tan dulce y apacible,
tranquila en apariencia,
no puede remediar esas locuras que le dan
cuando lo arrasa todo y nos arrastra
y hay quien dice que lleva
a hermosos palacios construidos
con los restos de todos los naufragios olvidados
en lo más profundo
del fondo de la mar.
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