sábado, 26 de enero de 2008

Enero es un mes frío, doloroso sin versos
que vienen
congelados, inexpresivos,
en el viento del norte,
por eso le ponen al principio
la venida de los Reyes Magos
y la esperanza de cambiar con el año
esta rutina nuestra,
terca e insistente,
que suele volver envuelta en la niebla de cola
de enero, este mes frío
que acabamos casi siempre sin un céntimo.

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