domingo, 13 de enero de 2008

Habrá picado en la puerta del cielo,
Angel González,
preguntado por sus amigos,
sobre todo por Emilio
Alarcos y Jesús
Villa,
habrán pedido un velador, tres sillas y un café,
encendido un pitillo
y habrán seguido hablando
de las cosas de Oviedo y del mundo,
y,
sorprendidos,
de que a pesar de todo haya sido verdad,
que Dios exista,
distinto, claro está de cuanto había sido imaginable,
pura esencia de verdad, amor y luz,
¡qué hermosos versos habrán escrito hoy,
palabras,
líneas alternativas, o estrofas!
Angel y Emilio.
¿Y si no hubiese Dios?
Entonces,
polvo, ceniza y nada,
de estrellas
viajarían para siempre en la cola,
los tres juntos,
de algún errático cometa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ten por seguro de que a lomos del cometa perseguirán, quizás eternamente, el rastro de Dios.