domingo, 11 de febrero de 2007

A medida que crece
el mínimo saber de que dispongo,
aumenta la sombra
que oculta la ignorancia
de lo que no sabré nunca.

¿Nunca?

¿No será demasiado ancha la palabra?
¿no llegará un momento,
sin tiempo ya,
sin espacio
en que todos sepamos
todo?

Pienso que sólo ese
es el motivo de vivir, de tomar posiciones
para llegar a ver
¿desde diferentes perspectivas
según la humildad
del amor
de cada cual?

Me empeño en imaginar
lo inimaginable, un diluvio
de luz
ya sin sombras, sin tiempo, sin espacio,
sin nada más que luz.

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