viernes, 23 de febrero de 2007

-Quiero –le dije- comprarme un chaquetón.
-Verá, no es época. Ahora disponemos de moda de primavera.
-Sí, pero yo quiero ir a un país donde me dicen que hace frío.
-Pues no podemos servirle.

Creo que en cualquier gran almacén que se precie, en cualquier época del año, debería ser posible comprar ropa de invierno en pleno verano y viceversa, pero al parecer estoy equivocado y no hay un quien corresponda que esté capacitado para obligar al consejo de administración de cualquier gran almacén a disponer de ropa fuera de moda y de estación para clientes raros, escasos, independientes, anarquistas respecto de la moda o que quieran viajar a países de climas distintos.

Ya no hay ni tallas suficientes. No se puede –o no se debe, o allá usted con su extravagancia- ser más alto que muchos, o más gordo, o más pequeñito o enteco. No es rentable y perjudica la cuenta de resultados y en definitiva la cotización en bolsa y la cifra de intereses, ofrecer lo que se vende a pocos o en pequeñas cantidades. Cada día nos metemos más en esa nube de números y esa niebla estadística en que progresivamente se hace menos importante el individuo y más la uniformidad digitalizable. -

1 comentario:

A N A D O U N I dijo...

Bosquete es que lo estás haciendo mal, se trata de comprar ropa de verano en el invierno, y viajar al verano de algún otro país. Sudamericano por ejemplo.

Un abrazaco.