-¿Por qué hablas tanto de la muerte?
-Porque le tengo miedo
-Todos hemos de morir. Es un logar común, lleno de precedentes.
-Pero la muerte de cada uno es exclusivamente suya. Nacemos con ella como nacemos con una sombra propia, con un código genético, con un mapa predeterminado como máximo, que por cierto muy pocos logran rellenar con ese esfuerzo complementario que la vida nos pide para realizarse. Yo no tengo miedo a la muerte de ese ni de aquél, sino a la mía, que es como de la familia y por eso me conoce tan bien y sabe dónde, cómo y cuándo debe esperarme. ¿no te has dado cuenta de que quien más y mejor, con mayor acierto te puede herir es un hermano tuyo, que convive estrechamente contigo, te conoce y te quiere tanto que sabe dónde y cuándo puede herir mejor para que te duela más?. Mi pregunta es si esa muerte que es mía y me conoce y es probable que de algún modo me ame será o no, además, cruel o bondadosa.
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