“Polvo,
ceniza,
nada”,
sobre mármol, cristal,
frente a la mar
oceana.
Gente dormida,
con el sueño de la espera como almohada.
Ponemos flores, lloramos
amargas lágrimas,
tenemos miedo de las sombras
que finge
la luna
riéndose a carcajadas
lúgubres, de luz helada,
que apenas hace sombra de la sombra.
Del otro lado
no habrá, digo yo, caminos,
solo
una gran extensión, como una plaza,
sin límites, a la vez
el todo
y la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario