jueves, 10 de abril de 2008

El viento es el esfuerzo. La lluvia
el sudor del viento.
Entre los dos, empujan la primavera,
que si no, tal vez como tantos,
se quedara en propósito indeciso
del universo.

Yo no sé, madre, si quiero
que la primavera venga. ¿No ves
que es en primavera
cuando muere todo? ¿No ves
como nace la vida, de la muerte,
con ese olor a tierra húmeda,
con ese afán de ser nuevo,
de vivir?

En primavera, ahora, vuelve el mundo
a la adolescencia,
vuelven
a inventarse los colores y los nombres
de las cosas.

Y te echo más de menos
porque
¿quién me los va a enseñar de nuevo?

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