Hay, abajo, al final de la escalera
donde el grupo de tiestos,
al lado de la playa preferida de las lagartijas,
plantadas con ternura, se adivina,
flores, de vario color,
que cuando atardece cierran sus pétalos,
dejan caer,
como si se hubiesen quedado dormidas, que tal vez,
la policromía de sus cabezas pensativas,
¿qué piensan
las flores
cuando duermen?
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