Tengo toda la mar
para perderme buscándote,
para ir
en busca de otra y otra y otra mar,
que les muda el color los pensamientos
más hondos,
y ahora es azul, casi
transparente,
ahora grisnoche,
ahora
verdinegra o verdesmeralda,
como si estuviera,
alternativamente,
como la noche triste,
esperanzada
con el alba, dormida
o pensando los mas atroces pensamientos de muerte
desesperanzada.
Tengo toda la mar, y no me atrevo,
que no sé
si habrá del otro lado de la mar un puerto
donde puedas
estar
esperando.
Y qué haría yo,
puesto en el vivir sin ti,
sin más voluntad que el viento,
sin más amor.
1 comentario:
Bellísima, Bosco.
Abrazos
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