miércoles, 16 de mayo de 2007

Llueve,
repiquetea, la lluvia, sobre la piel del mar, que se estremece.
¿Cómo hará
para secarse, sacudirse,
cómo para que no se le mezcle al aguadulce
de la lluvia,
con la sal de su agua?
¿Cae cada gota de agua,
como una perla,
a través del agua,
hasta el fondo,
se mojan
los inmensos cardúmenes de peces,
que vuelan y migran, como si fuese aire,
por el cielo verde
del agua?

2 comentarios:

rommey dijo...

Hola Bosquito, estaba visitando Annlea y me llamó la atención que no encontrara tu nombre entre los últimos mensajes, así que me acordé de este tu blog. Y podés creer que tu poema es exactamente lo mismo que yo estaba pensando esta mañana paseando a la orilla del lago con mi perrita bajo la lluvia que caía con cansino raudal, pues que apenas nos humedecía...
Será que con la edad todos los viejitos como yo se terminan pareciendo y pensado a lo largo de los mismos senderos... ¡Ja!
¡quién se atreverá a llamarnos viejos!
Un abrazo de Tejas
Frank

M.E. dijo...

ay! con las casualidades...lo mismo que rommey estaba yo por annlea hoy sin verte ni verme, porque no sé por qué otra casualidad de pronto me vi fuera de las listas y con esos mismos pensamientos de viejitos, aunque no lo sea yo tanto^ o si??^ nop sé, tal vez, pero ahora estoy aquí, de repente, leyendo y recordándoles^
un abrazo para los dos; frank y bosco
mariú, paseando por otros lagos, sin perritos............
cariños