En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
miércoles, 24 de octubre de 2007
Cada día que pasa nos aleja del que tú sabes, apenas queda una mancha de color donde estuvieron tus manos, la mirada no es más que amor puro que me gotea sobre la palma de la mano misma donde escondías tu mano.
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