miércoles, 3 de octubre de 2007

El mercadillo de los miércoles
parece un collar de cuentas desiguales,
un rosario,
la ringla, uno, dos, tres, de contar,
del ábaco infantil de colores.
Y por medio el hilo
de compradores que arrastran sus carritos, se val,
al parecer,
de viaje, o tal vez rezan,
el colorido múltiple, la variopinta oración
de cada puestecito, con sus lanas,
zapatos,
el top manta de los senegaleses que mejor sonríen,
la fruta desparramada.
El mercadillo, si te fijas,
Es como la vida nuestra de cada día
variopinta y sin embargo,
repetida,
tan inesperada,
tan predecible.
El mercadillo de los miércoles
es como un arco iris.

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