domingo, 21 de octubre de 2007

SABADO 20 DE octubre de 2007

Podría resultar una fábula,
pero no,
es a la vez consuelo, dolor, una confusa sensación
de alegría,
saber que esas rocas
donde la mar se rompe,
donde la espuma es bella como una hermosa sirena
que atraía
a los barcos de vela,
esas rocas con tal vocación de singladura
que tal vez sueñan convertirse en los barcos que destruyen,
serán mañana arena de la playa
vencidas por el empeño
terco
del agua.

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