En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
domingo, 21 de octubre de 2007
VIERNES 19 DE OCTUBRE DE 2007
Si no hiciera viento, es probable que nadie supìera hacer versos de aire.
Porque hay versos del agua y del aire, como los hay de la tierra y del fuego y los más sencillos, casi elementales del alma.
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