En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Me pregunto por qué es tan difícil ser y comportarse como nos consta que corresponde al modelo de cada uno que sin embargo parece imposible ajustar y respetar. Frecuente, si no constantemente, estamos, estoy fracasando ante mí mismo y dejando de hacer lo que debo o haciendo lo que no me parece apropiado. ¿Por qué? Puede quede algún modo forme parte de la condición humana, ya sabéis: video meliora, proboque, etc. Ya alguien lo ha sintetizado hace siglos, admirándose, como yo, de lo paradójico e inconsecuente de nuestro comportamiento cuando a pesar de advertir qué es lo mejor y aprobarlo como conducta, obramos sin embargo de modo diferente de nuestra convicción. Es complicado esto de ser y estar en que consiste el vivir. La razón nos informa de lo que a ella se ajusta, parece fácil y sin embargo escogemos conductas a todas luces disparatadas o impropias. Y si esto nos ocurre a muchos en lo banal e intrascendente, tendremos que comprender que pase en los momentos cruciales de la historia de la gente, cuando personajes como nosotros, agobiados de responsabilidades mucho mayores, toman decisiones de que luego seguro que aunque la historia no lo diga, se arrepintieron, vistas las consecuencias. Cosa difícil, esta de vivir. Y más moviendo, como solemos, el timón al azar, según sopla, pero sin mirar de dónde, el viento.
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