viernes, 23 de noviembre de 2007

Tiene razón,
el viejo oso,
que ya hiberna alejado de los hombres.

Ya no bajará al valle
ni cuando sea de nuevo primavera y haya luz, ni al valle
ni a buscar miel
junto a la casa de los hombres.

Tiene razón, un oso viejo,
como un viejo elefante, como un anciano león,
como un hombre
viejo,
necesitan buscar, en soledad, la compañía
de los amigos viejos, compañeros
del tiempo eterno, que no iba a acabar nunca,
necesitan
engancharse a la vieja amistad,
a cada amor, supuestamente eterno, que tuvieron,
para sentirse vivos todavía, y capaces
de reengancharse a la esperanza
de seguir vivos, mañana
y hacer amigos nuevos.

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