sábado, 22 de marzo de 2008

Mudo para la música, torpe
para manejar las palabras, ¿habré servido
para algo?
¿hace falta servir? ¿basta
haber vivido
esta ansia inútil por tratar de decir a los demás
lo que sentimos?
Temo que las respuestas se hallan
donde ya es demasiado tarde
para encontrarlas.

No hay comentarios: