miércoles, 5 de marzo de 2008

¿Por qué son tantas las estrellas?
¿por qué siguen brillando, si están muertas?
¿por qué las deja morir,
el buen Dios,
si eran tan bellas?

Flotaban en el agua
tersa
como un espejo,
escoltando la ausencia de la luna, tal vez
su recuerdo.

Por la mañana, temprano,
donde el agua se hace espuma,
beso,
encontré sobre la arena
una
sola
estrella,
que esa noche había muerto.

La noche que tú te fuiste,
que por eso la recuerdo.

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