En realidad, he de confesar, que se trata de mis digresiones. Por eso, advierto que para cualquier curioso lector, podrían ser poco interesantes, intrascendentes, banales y hasta aburridas. Entonces -me pregunto- ¿para qué las escribes? Aún no he hallado respuesta para esta pregunta.
viernes, 14 de marzo de 2008
Pascua a la vez y primavera, Brahams en la ribera de la tarde, casi su horizonte, punteando con cada nota un giro, el matiz de cada color del paisaje, que pintan las pinceladas largas de las violas sobre el ruido de pasos del piano.
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